Escala A: Afabilidad.
Mide afabilidad interpersonal, sociabilidad y deseo de comprometerse en
intercambios con otros. Puntuaciones altas en afabilidad (A+) describen
a personas “naturales, adaptables (en sus costumbres), afectuosas,
interesadas por la gente, sinceras, emotivas, expresivas, confiadas,
impulsivas, generosas y cooperativas” (Karson et al., 1998). Bajas
puntuaciones en esta escala (A-) reflejan preferencia por estar solo,
aislamiento, retraimiento, y escaso deseo por interactuar.
Escala B: Razonamiento.
Esta escala entrega una breve medida de inteligencia y es muy sensible a
la escolaridad del sujeto. Altas puntuaciones (B+) indican
satisfactoria capacidad de razonamiento y capacidad verbal. Este
adecuado funcionamiento intelectual se traduce a su vez en capacidad
para controlar los impulsos, anticipar contingencias y resolver los
problemas de la vida cotidiana. Bajas puntuaciones indican pensamiento
concreto, lo que puede explicarse por deterioro cognitivo, bajo nivel de
instrucción, o bien, por una importante ansiedad.
Escala C: Estabilidad Emocional (Fuerza del Yo).
Si bien esta escala recibe la denominación de estabilidad emocional, el
nombre original otorgado por Cattell fue el de Fuerza del Yo. Esta
escala evalúa las funciones ejecutivas de la personalidad, el juicio de
realidad y la integración de la personalidad total. Una baja puntuación
(C-) describe a una persona que siente que no ha logrado sus metas, que
su vida es insatisfactoria, con una imagen pobre de sí misma y
sentimientos de automenosprecio. La baja estabilidad emocional describe
personas con sentimientos subjetivos de malestar psicológico, ansiedad, y
se asocia a una gran variedad de trastornos y síntomas psicológicos. Es
muy importante interpretar esta escala a la luz de los resultados en
ansiedad (pues la insatisfacción personal se traduce en ansiedad), y en
la escala de manipulación de la imagen (por la posibilidad de simulación
de sintomatología).
Escala E: Dominancia (Asertividad).
Un alto puntaje (E+) describe a una persona que gusta dar a conocer sus
opiniones a los demás, protege el dominio de su espacio personal, su
trabajo y sus planes. No duda en expresar sus ideas y en defender sus
derechos y puntos de vista. Dentro de los grupos, asume un papel
destacado, tomando la iniciativa y definiendo planes de acción grupal.
Es una persona atractiva en lo interpersonal para los demás, confiado y
competente. Una elevación muy importante puede reflejar tendencia a
actuar agresivamente. Bajas puntuaciones (E-) indican sumisión,
desconfianza, indecisión, y tendencia a pensar que los demás no se
interesan por él.
Escala F: Animación.
Puntuaciones muy bajas en esta escala (F-) indican normalmente
problemas. Si bien no es posible asimilar esta escala a depresión
clínica, puede reflejar sentimientos depresivos, como desinterés,
insatisfacción, ánimo bajo, autodesprecio, pesimismo. Es importante
interpretar esta escala considerando los resultados en ansiedad,
estabilidad emocional, entre otras.
Escala G: Atención a las Normas.
La atención a las normas tiene que ver con el grado con que la persona
ha sido condicionada para conformarse a los ideales de su grupo y con la
buena comprensión de las reglas del juego social (Karson, 1997). Una
puntuación elevada (G+) describe una persona consciente y respetuosa de
las normas, con tendencia a ser moralista, conformista, convencional y
preocupado de la opinión que los demás forman de él. Es importante
considerar el resultado de manipulación de la imagen para validar esta
escala. Un bajo puntaje (G-), indica conducta transgresora,
inconformismo. Es importante tener en cuenta la etapa evolutiva del
evaluado: adolescentes puntúan típicamente bajo en esta escala.
Escala H: Atrevimiento.
Esta escala mide la búsqueda de sensaciones frente a la inhibición. Una
baja puntuación (H-) describe una persona tímida, temerosa y que rehúye
la atención de los demás. También, describe una persona muy sensible
del escrutinio de otros, que por temor al fracaso tiende a evitar o
evadir el contacto interpersonal. Importante interpretar esta escala a
la luz de los resultados en afabilidad, dominancia y animación por la
posibilidad de retraimiento patológico. Una puntuación elevada (H+), por
su parte, define una persona que se atreve a cruzar los límites
interpersonales, siendo capaz de iniciar interacciones con extraños; sin
temor al fracaso, se arriesga y emprende debido a que confía en que
alcanzará éxito. También, persona que goza de satisfactorio autoconcepto
lo cual le permite hacer frente al fracaso. Un puntaje alto en esta
escala es fundamental en vendedores.
Escala I: Sensibilidad.
De acuerdo a Karson (1998), un puntaje bajo en sensibilidad (I-)
describe una persona emocionalmente madura, mentalmente independiente,
sin sensibilidad artística, poco afectado por las fantasías, práctico,
lógico, autosuficiente y responsable. Un resultado elevado (I+) define
una persona
impaciente,
dependiente, inmaduro, cariñoso, introspectivo, imaginativo, sociable,
deseoso de atención e “hipocondríaco”. Como hombres tienden a puntuar
bajo y mujeres alto, esta escala se asociaría con estereotipos
masculinos y femeninos, y sería equivalente a la escala de “masculinidad
– feminidad” del MMPI.